Ser maestro
En estos tiempos, ser maestro implica varios retos. Lidiar con una sociedad regida por la información y la tecnología, lo que no resulta fácil cuando no existen los recursos necesarios para acceder a ellas. Lidiar con la pobreza y la crisis de valores, con todas esas preguntas que los niños hacen y que no tienen respuestas en los libros. Porque son los maestros quienes se encargan de la educación de los niños, pero también quienes los acompañan en el día a día hasta llegar a convertirse en una figura familiar para ellos, aquella capaz de darles todas las respuestas.
Pero, ¿cómo hace un maestro para enseñarle a un niño acerca del amor en familia? La maestra Liliana, del aula amarilla de la Institución Educativa Inicial 065 de Valdiviezo, en San Martín de Porres, nos advierte que conversar con los niños acerca de la familia se ha convertido en un dilema. "Es simple graficar nuestra disyuntiva: el modelo que viene en los libros no se ajusta al modelo que traen los niños como carga de sus hogares". La foto de un papá y una mamá sonrientes abrazando a dos pequeños felices y seguros puede resultar contradictoria y no resiste la comparación con el entorno más cercano de los niños, un entorno que a veces puede estar marcado por la violencia, la desintegración y la falta de atención en el hogar. Aún así, la profesora debe estar preparada para inventar estrategias para celebrar, por ejemplo, el día mundial de la familia, así como celebra el día mundial del medio ambiente (bajo un cielo limeño gris y contaminado); y así también el día del padre, aún cuando este sea una figura ausente en el hogar. En suma, la maestra se las arregla para trazar a sus niños un camino que los lleve a ser buenos hijos, buenas personas, buenos ciudadanos, buenos padres y buenos profesionales.
Ser maestro en sí es ya todo un reto, pero también una esperanza que crece en la misión de forjar el futuro de miles de niños, dentro y fuera del aula, teniendo como herramientas la vocación, la imaginación, el esfuerzo y el espíritu de servicio.
Obtenido del eleducador.com
http://www.eleducador.com/per/contenido/contenido.aspx?catID=220&conID=4332
Pero, ¿cómo hace un maestro para enseñarle a un niño acerca del amor en familia? La maestra Liliana, del aula amarilla de la Institución Educativa Inicial 065 de Valdiviezo, en San Martín de Porres, nos advierte que conversar con los niños acerca de la familia se ha convertido en un dilema. "Es simple graficar nuestra disyuntiva: el modelo que viene en los libros no se ajusta al modelo que traen los niños como carga de sus hogares". La foto de un papá y una mamá sonrientes abrazando a dos pequeños felices y seguros puede resultar contradictoria y no resiste la comparación con el entorno más cercano de los niños, un entorno que a veces puede estar marcado por la violencia, la desintegración y la falta de atención en el hogar. Aún así, la profesora debe estar preparada para inventar estrategias para celebrar, por ejemplo, el día mundial de la familia, así como celebra el día mundial del medio ambiente (bajo un cielo limeño gris y contaminado); y así también el día del padre, aún cuando este sea una figura ausente en el hogar. En suma, la maestra se las arregla para trazar a sus niños un camino que los lleve a ser buenos hijos, buenas personas, buenos ciudadanos, buenos padres y buenos profesionales.
Ser maestro en sí es ya todo un reto, pero también una esperanza que crece en la misión de forjar el futuro de miles de niños, dentro y fuera del aula, teniendo como herramientas la vocación, la imaginación, el esfuerzo y el espíritu de servicio.
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Estaremos celebrando el Día del Maestro el viernes, 20 de mayo de 2011. Felicidades a todos los maestros de Puerto Rico.
