viernes, 13 de abril de 2012

Certamen de Cuento 2011-2012

La Sra. Wilma Rivera maestra de español de la escuela realizó un certamen de cuento con sus estudiantes.
Resultó como ganadora de este certamen la joven Leslie Torres Famanía. El premio se le otorgó el 12 de abril del corriente año en la biblioteca durante la premiación del certamen de lectura de primero a tercer grado.

Ve la foto y lee el cuento......


Algo sobre mí…
    Mi nombre es Leslie M. Torres Famanía y tengo 14 años. Nací en Ponce, Puerto Rico el 3 de marzo de 1998. Soy estudiante de octavo grado de la Escuela S.U. Pedro Meléndez Santiago y tengo un promedio de 4.00. Mis clases  favoritas son Español, Matemáticas y Estudios Sociales. Me gusta leer y reflexionar sobre lo que leo, especialmente de lo que pasa en mi ambiente social. Me gusta escribir poemas, reflexiones, cuentos y análisis. Mi inspiración siempre han sido los problemas  sociales. Mi meta es que a través de las palabras podamos entender a la sociedad y que las nuevas generaciones respondamos al llamado de nuestra patria aportando positivamente para el desarrollo de una sociedad más justa y con menos violencia.

“Este cuento es inspirado en uno de los problemas sociales que afectan a nuestro país.  El respeto a la vida es importante, por eso escribo este cuento, para hacer reflexionar a las personas sobre una de nuestras crisis de vida: la violencia doméstica. Es necesario que reflexionemos sobre el respeto a la mujer. Si queremos resaltar los valores tenemos que comenzar por crear un mejor país. Luchemos para que el nuestro, Puerto Rico, sea el mejor.”


El día que cambió mi vida
¡Noooo, mami! …
Recuerdo ese día, el día que cambió mi vida para siempre.  Llegaba a casa a eso de las tres y treinta de la tarde.  Cuando llegaba mami siempre estaba con moretones.  Todo comenzó cuando papi se inició con el vicio del alcohol,  yo estaba como en segundo grado.  Mis padres discutían todos los días.
-         ¡Maldita sea, yo te he dado todo! ¿Por qué me pagas con esto?
-         Por favor, no al frente de Eduardito. Vamos para el cuarto.
-         Ahora lo vas a negar. A mí nadie me miente, ¿oíste? ¡A mí tú me respetas!
-         ¡Ah, Ah!
La golpeaba hasta dejarla toda hinchada.  Todo era por los celos.  Esos malditos celos eran todo un infierno para mí y para mami.  Siempre que le preguntaba a mami sobre los moretones,  me decía que no era nada.  Tantas discusiones y peleas me enfurecían tanto que enfrenté un día a papi.  Cuando lo enfrenté  y vi su cara supe que no debí hacer eso.  Lo último que recuerdo es que me levanté llorando, en mi cuarto y con marcas de la correa en la espalda. Nunca había sentido tanta furia.  Cuando mami me vio me dijo que no dijera nada, así que cuando la maestra me preguntó le dije que me caí. - ¿Por qué mami lo permitía?- ¿Por qué lo seguía aguantando? Son preguntas sin respuestas que me atormentarán por siempre.
 Las lágrimas y la pena eran la única cosa que tenía.  Mami siempre llorando, papi siempre bebiendo  y yo solo en un pasillo oscuro y sin final…
Pasaron los  meses y ya era verano.  Mami empezó a trabajar en una compañía de contrataciones.  Su jefe iba mucho a casa, casi todos los viernes.  Al ver esto los vecinos pensaron que mami  tenía un amante y se lo dijeron a papi.  El último viernes de junio llegó temprano de trabajar a casa y vio a mami con su jefe.  Mi casa parecía una caravana de tantos gritos.  Corrí a mi cuarto para alejarme de esa controversia.  Hubo golpes, jarrones rotos, gritos.  Parecía una guerra en oriente.  Entre discusiones papi sacó un arma de fuego.  El jefe de mami llamó a la policía.  Patrullas y muchos policías  llegaron a mi casa.  Todos los vecinos estaban allí viendo todo lo que pasaba  y  sobre todo murmurando.  Mami salió y trató de explicarlo, pero su jefe lo contó todo a los cuatro vientos.  La policía se llevó a papi para la estación de policía.  Él se mantuvo detenido.
  Pasadas unas semanas se celebró el juicio.  Ese día fue uno de mucho ajetreo, discusiones y lágrimas.  Yo no quería entender nada, él sabía por qué.  Mami para no asustarme me dejó con titi Alexia, su hermana menor.  En la tarde de ese mismo día el jurado determinó dos años de cárcel y tres de probatoria.  Mami se lo contó a titi Alexia llorando.  Por mi parte me sentí feliz de que aquel hombre se fuera y no golpeara más a mami, pero triste porque era mi padre.

Al día siguiente, mami y yo fuimos a la cárcel a ver a papi, así lo había implorado por medio de su abogado.  No quería ir, pero mami me obligó. Cuando papi salió a la sala no se veía muy contento.

Se acercó detenidamente, nos miró fijamente. En ese momento traté de ver en mi padre a ese hombre, pero me fue imposible. De repente, se acercó a uno de los guardias y le quitó con fuerza el arma. De inmediato le disparó a mami.

         - !Noooo, mami!....

El mundo se me vino encima. Mi corazón se detuvo y mi mente se quedó en blanco. Recuerdo ese día, el día en que cambió mi vida para siempre.